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Mostrando entradas de 2017

Técnicas de venta en multinivel

Se dice que en multinivel no existe el fracaso, sólo el abandono o, digamos, la disidencia. Uno de los primeros consejos estratégicos que ofrecen los expertos en el sistema de venta directa es no tomar el "no" como algo personal, cuando se "invita" a las personas a participar en el negocio. Aunque es normal esta reacción en los principiantes de este esquema de negocio. Con cada no la pasión disminuirá, a menos, claro, que comprendas dos situaciones básicas en este sistema también llamado MultiLevel Marketing, MLM: 1. Multinivel exige muy poca inversión económica, pero mucha emocional.  En todos los negocios multinivel, el capital para ingresar es reducido, éste debe fluctuar entre los 45 y los 300 dólares. Dicho aspecto tiene un lado positivo y otro negativo: al ser económico es fácil de vender, es decir, está al alcance de casi todo mundo; pero al ser barato la gente piensa que no es un negocio verdaderamente rentable. Aún existe la idea de

Una opinión realista del dinero

PODEROSO caballero es don Dinero.” Este refrán tiene algo de cierto. El dinero permite adquirir comida y ropa; con él pagamos el alquiler o compramos una casa. “El papel del dinero en la sociedad es muy importante —escribió el director de un periódico financiero—. Si desapareciera como medio para conseguir bienes, la gente entraría en pánico y por todas partes se desatarían guerras en cuestión de días.” Pero el dinero tiene sus limitaciones. El poeta noruego Arne Garborg escribió: “Puedes comprar comida, pero no el apetito; puedes comprar medicinas, pero no la salud; camas cómodas, pero no el sueño; libros, pero no la inteligencia; diversión, pero no el placer; conocidos, pero no la verdadera amistad; sirvientes, pero no la fidelidad, puedes comprar días tranquilos, pero no puedes comprar la paz”. Cuando una persona tiene una opinión realista del dinero, es decir, lo ve como un medio para alcanzar un fin y no como un fin en sí mismo, puede sentirse satisfecho. La Biblia advierte: “

Necesita usted un seguro?

EN ALGUNOS países hay ciertos seguros que son obligatorios. En otros, la mayoría apenas se conocen. Además, las primas y la cobertura varían mucho de una nación a otra. Pero el principio fundamental —compartir los riesgos— no cambia. Como es lógico, cuantos más bienes posea un individuo, más puede perder. Asimismo, cuantas más responsabilidades familiares tenga, mayor será el impacto en caso de muerte o invalidez. Con el seguro se alivia la preocupación que conlleva la posibilidad de sufrir una pérdida de propiedad o un accidente incapacitante. Ahora bien, ¿es sensato invertir dinero en una póliza cuando tal vez no llegue a reclamarse nunca la indemnización? Veamos, ¿diríamos que llevar una rueda de recambio en el automóvil es un derroche porque quizás nunca haga falta? La tranquilidad que siente el conductor al saber que cuenta con una rueda adicional compensa la inversión. Es cierto que algunas pérdidas no se pueden reponer con una indemnización económica, pero otras sí.

El dinero... ¿cómo se crea?

Hace mucho tiempo el hombre se dio cuenta de que ni el trueque ni el cargar consigo algún metal precioso eran modos convenientes de comerciar. Así que los ingeniosos chinos inventaron el papel moneda. Y con el tiempo otras naciones, también, optaron por la conveniencia del papel impreso, que podía cambiarse, al menos en teoría, por cierto metal precioso... generalmente oro. El patrón oro, sin embargo, tenía un defecto inherente. Se dice que el valor total de todo el oro que se ha extraído asciende a solo unos 85.000 millones de dólares estadounidenses (usando la vieja cotización de 35 dólares/oz. de oro). Jamás habría suficiente de tal metal brillante como para mantenerse al paso del frenético aumento de la población y los negocios. Para ilustrarlo: Después de la II Guerra Mundial, el dólar estadounidense se convirtió en la moneda del comercio internacional. Por eso, miles de millones de dólares estadounidenses llegaron a estar en manos de gobiernos extranjeros. Cierto escritor afi

Cuide su dinero

Usted trabaja arduamente por su dinero, aunque parece que éste compra menos cada día. Los precios siguen subiendo, y su dinero tiene que rendirle más. ¿Cómo puede usted lograr tal cosa? Mientras más sepa usted acerca de cómo los vendedores lo persuaden a gastarlo, mejores decisiones podrá tomar en cuanto a retenerlo. VIVIMOS en una sociedad consumidora. De todas partes vienen mensajes que nos instan a gastar. Los periódicos y revistas, la radio y la TV, los anuncios y carteleras de las calles llenan nuestra mente de mensajes que quizás no recordemos conscientemente, pero que nos impelen a comprar ciertos productos. La manipulación para separar a la gente del dinero que ha ganado con dificultad se lleva a cabo en más formas de la que uno se pudiera imaginar. A los niños se les manipula mediante anuncios de juguetes, a los adolescentes mediante los animadores de programas radiales de discos y a los padres por medio de tentarlos a comprar a plazos con pagos sorprendentemente fáciles. En

¿Cuán bien administra usted sus asuntos?

HAY que administrar o manejar todos los negocios, todos los asuntos de familia y todos los bienes. También hay que administrar las deudas y las obligaciones. En realidad, todo el mundo tiene asuntos que es preciso administrar, aunque solo sea el asunto sencillo de pasar el día. Así es que bien vale la pena detenerse y preguntarse: “¿Cuán bien administro yo mis asuntos?” En lo que respecta a la administración financiera, o al manejo de los bienes, es posible que casi automáticamente pensemos en los ricos. El empleado medio que gana un salario semanal o diario quizás no esté muy pronto a considerarse a sí mismo como un administrador financiero. Esto muy bien pudiera ser nuestro primer error al formular planes. Es la persona de medios limitados la que debe ser especialmente cuidadosa al administrar sus asuntos. Después de todo, solo los ricos pueden darse el lujo de pagar por el mal manejo... ¡y esto puede ser muy costoso! Administración de la casa Si usted es propietario de su casa,

Prepare un presupuesto... ¡del modo fácil!

La palabra “presupuesto” evoca ideas espantosas de largos papeles de cuentas adornados con una infinidad de columnas de cifras. Pero no se deje asustar. Aunque tal vez hay quienes se muestren algo escépticos al principio, elaborar un presupuesto es sencillo, pero práctico. Cómo preparar un presupuesto En realidad, todo lo que el presupuestar requiere es que se haga una lista de la cantidad de ingresos y una de los gastos... y entonces que se mantengan los gastos dentro de los límites de los ingresos. Es muy sencillo. Comencemos por la lista de los ingresos. Para la mayoría de nosotros, esto debería ser fácil, pues generalmente solo implica unas cuantas fuentes de ingreso. (Salario, intereses de cuentas de ahorros, paga por trabajitos incidentales, etc.) No obstante, el preparar la lista de gastos es un poco más complicado. Usted pudiera comenzar por preparar (o comprar) un formulario.  Prepare una serie de encabezamientos principales, como “comida” y “ropa”, pero sin detallar dem

¿Gasta usted más de lo que gana?

“SIN presupuesto la vida es una tragedia”, declara un amigo contador. “Sin el beneficio de la planificación financiera, toda persona y empresa puede en poco tiempo hallarse en una tragedia, le expliqué. ‘Pero a mí no me gusta la idea de estar restringido por un presupuesto’, tal vez diga usted. ‘¡Ni siquiera me gusta la palabra “presupuesto”!’ Bueno, puede usar el término “planificación financiera”, o la expresión “manejo del dinero”, como lo hacen otros. Sea como sea que usted se refiera a ello, si usted es como la mayor parte de las personas, usted tiene que asegurarse como dice el refrán en español: “extienda la pierna hasta donde llegue la sábana”, es decir, gaste solo de acuerdo con lo que tenga. Para esto es necesario tener un presupuesto. Los casos de personas que sufren ruina financiera van en aumento. El alza de precios, la inflación, los altos porcentajes de interés y otros factores, todo ello hace difícil que usted tenga suficiente dinero para sufragar todos los gastos. Cl